El dolor cervical es una de las molestias musculoesqueléticas más comunes en la población actual. Ya sea por el estrés, las malas posturas o el uso excesivo del móvil, cada vez más personas acuden al fisioterapeuta buscando alivio para el dolor de cuello y la tensión cervical.

En este artículo te explicamos cuáles son las causas más frecuentes del dolor cervical, qué síntomas pueden acompañarlo y cómo la fisioterapia cervical puede ayudarte a reducir el dolor y mejorar tu calidad de vida.
¿Qué es el dolor cervical?
El dolor cervical hace referencia a cualquier molestia o rigidez que se localiza en la zona del cuello. Puede ser agudo o crónico, leve o incapacitante, y muchas veces se extiende hacia los hombros, la espalda alta o incluso provoca dolores de cabeza.
Causas más frecuentes del dolor de cuello
- Mala postura
Pasar muchas horas frente al ordenador o mirando el móvil provoca una mala alineación de la columna cervical. Es la causa más común de dolor cervical postural. - Estrés y tensión emocional
El estrés provoca que los músculos del cuello y los hombros se contraigan, generando contracturas cervicales. - Movimientos bruscos o traumatismos
El clásico «latigazo cervical» tras un accidente de tráfico o una caída puede dañar la musculatura y los ligamentos del cuello. - Falta de actividad física
Un cuello poco movilizado pierde flexibilidad y tono, lo que favorece la aparición de rigidez y dolor. - Uso prolongado de pantallas (móvil, ordenador)
La «cervicalgia tecnológica» es cada vez más común, sobre todo en jóvenes y trabajadores de oficina.
Síntomas que pueden acompañar al dolor cervical
- Rigidez y limitación de movimiento
- Dolor que se irradia a hombros o brazos
- Mareos o sensación de inestabilidad
- Dolores de cabeza (cefaleas tensionales)
- Pinzamientos nerviosos o hormigueo en manos
¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia a aliviar el dolor cervical?
El tratamiento fisioterapéutico para el dolor cervical se basa en una valoración personalizada y el uso de diferentes técnicas:
- Terapia manual: masajes, movilizaciones y manipulaciones suaves para relajar la musculatura cervical.
- Punción seca: en puntos gatillo para aliviar contracturas profundas.
- Ejercicio terapéutico: para mejorar la movilidad y fortalecer la zona.
- Reeducación postural: para corregir hábitos que causan dolor.
- Aplicación de calor, electroterapia o diatermia: para reducir inflamación y mejorar el flujo sanguíneo.
Prevención del dolor cervical: consejos prácticos
- Mantén una postura erguida al trabajar
- Haz pausas si pasas muchas horas sentado
- Estira suavemente el cuello varias veces al día
- Evita el uso prolongado del móvil hacia abajo
- Duerme con una almohada adecuada a tu postura
Conclusión
El dolor cervical puede interferir seriamente en tu día a día, pero con una buena valoración y tratamiento fisioterapéutico es posible aliviarlo y prevenir su reaparición. En Ana Carlos Fisioterapia ofrecemos un enfoque integral y personalizado para ayudarte a recuperar tu bienestar.
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